Inevitablemente la vida nos pone ante situaciones complejas, que por mucho que nos sintamos capaces de sobrellevar solos, la más de las veces es imposible.
Soy un convencido que esos son los momentos precisos en los cuales la compañía de ciertas personas es fundamental.
Claro, hace un par de semanas, a raíz de una noticia muy triste, tuve la necesidad de compartir momentos y espacios.
Y llamé a dos de mis hermanos mayores que junto a sus esposas, dejaron sus quehaceres de lado y estuvieron conmigo y la Negra. Esa necesidad oscura del alma se vio de pronto iluminada y cual bálsamo sanador minimizó nuestro dolor. Y estuvieron con nosotros. Y sus palabras, sus gestos, sus sentimientos besos y abrazos plenos de amor inundaron nuestro tiempo y permanecerán por siempre acurrucaditos en un lugar de privilegio de nuestros corazones.
María Estela, Tati, Mito y Nancho
Simplemente muchas gracias
Diciembre 2010
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